Esperando que
el teléfono sonara
me dormí.
Pero ni aún el whisky
pudo darme
el regalo de un sueño profundo

Por la mañana
las mismas ansias
Y el inútil aparato
sin cumplir
su miserable función

Dentro de tu pecho guardas
un malvado
órgano
que se regocija de mis prisas
por oírte.





Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional.