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La Muda Palabra
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La Isla (1ª Parte)
Érase una pequeña
isla solitaria,
a la deriva en
un mar de
miel y rosas.
Y entonces,
- náufraga incauta -,
la visité.
La primera vez
probé la miel:
su sabor era dulzón
salvaje y áspero,
como la miel de las avispas.
La segunda vez
me dió a probar
de sus rosas
las espinas:
que fueron largas,
agudas e
innecesariamente
punzantes.
Y entonces
creí
que a sus playas
de suave arena ámbar
ya no regresaría.
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